Para "llenarnos la panza" como dicen por allí, podríamos consumir
cualquier cosa, indiscriminadamente, y sin fijarnos demasiado en si
tiene propiedades positivas para la salud o no…
Sin embargo entendemos que nutrirse es otra cosa, mucho màs seria y
comprometida que solamente COMER…
¿Comer o nutrirse?
Cuando se habla de salud, con frecuencia no se piensa en la comida
diaria. Sin embargo, son sus componentes, pequeñísimos ingredientes,
los que van formando el cuerpo. Las células se construyen
diariamente a partir de los nutrientes, y son éstos los que
determinan la calidad de la sangre.
Según qué alimentos se elijan, se está ayudando al cuerpo a depurar
toxinas, quemar grasas y evacuar los deshechos, o por el contrario,
se lo está obligando a trabajar con elementos de bajo valor nutricio
y alto poder congestionante.
Si esto se continúa a lo largo del tiempo, se van generando
depósitos de ácido úrico, colesterol, grasas, y toxinas en general
que llevan a aumentos de peso, disminución de las defensas y
distintas enfermedades.
La alimentación está siempre condicionada por las características
personales(edad, sexo, forma de vida, estado de salud,
actividad, período en curso: por ejemplo embarazo, lactancia,
menopausia), etc. Sin embargo, se pueden mencionar algunas pautas
generales para mejorar el estado nutricional.
XENOBIÓTICOS???: "Mejor perderlos que encontrarlos"…
Ya hemos mencionado en notas anteriores los alimentos que
contribuyen a nuestra salud.
Esta vez nos dedicaremos a lo que en naturismo llamamos xenobióticos,
o sea las sustancias químicas, que, en exceso, perturban el buen
funcionamiento de los órganos y sistemas. Estos dejan residuos que
pueden, si no se eliminan adecuadamente, provocar malestar y
enfermedad.
Los aditivos son, en algunos casos, necesarios para poder mantener
la forma, la asepsia y el sabor de los alimentos.
El exceso de ellos es lo que condiciona nuestra salud. En primer
lugar, es importante conocerlos:
-
Los antioxidantes, colorantes y aromatizantes preservan a los
alimentos de las alteraciones químicas o biológicas.
-
Los saborizantes, resaltadores del sabor y edulcorantes
artificiales modifican las características organolépticas
(sabor, aroma).
-
Los estabilizantes, emulsionantes, espesantes, gelificantes,
humectantes, mejoradores, leudantes químicos y anti-apelmazantes
mejoran las características físicas, o sea el aspecto, la
consistencia, turgencia, etc. del alimento.
-
Los reguladores de la acidez, acidificantes y gasificantes ,
mejoran las características del producto o corrigen sus
defectos.
Estas sustancias son de difícil metabolización, sobrecargan el
trabajo del hígado y del riñón, acidifican la sangre y con
frecuencia quedan almacenados en los tejidos, ante la imposibilidad
del cuerpo de expulsarlos.
Para evitarlos, es conveniente prescindir de los alimentos
semipreparados y muy industrializados (enlatados, chacinados,
salchichas, fiambres, jugos artificiales, gaseosas).
Los fiambres
Contienen sal, nitratos y nitritos como conservantes. Se sabe por
ejemplo que estas sustancias, si se consumen con frecuencia,
aumentan el riesgo de cáncer.
Los jugos y gaseosas
Contienen colorantes, edulcorantes, ácidos abundantes,
neutralizadores de la acidez, saborizantes. Entre otros efectos en
la salud, disminuyen las defensas e irritan las mucosas gastro-intestinales.
Las galletitas
Contienen grasas
trans y reguladores
de la acidez. Las grasas trans aumentan el colesterol y las
respuestas inflamatorias en el organismo.
Los caldos instantáneos
Contienen resaltadores del sabor, y colorantes. Estos son poderosos
irritantes de las mucosas.
Y todos ellos sobrecargan al hígado por el trabajo de neutralización
que le demandan, y al riñón al aumentar considerablemente los
elementos a eliminar.
Pareciera ser entonces que no podemos comer nada de lo que nos
ofrece el supermercado!
No debemos olvidar que somos parte de esta cultura, y por lo tanto,
es imposible no participar de ella en un tema que nos ocupa tanto
como la alimentación, ya que necesitamos comer diariamente para
mantener la vida.
Por lo tanto, es aconsejable conocer a los alimentos, y elegir
adecuadamente.
El exceso es, en definitiva, lo que perjudica.
Muchos de estos alimentos que consumimos diariamente, con alto
contenido de sustancias químicas, pueden ser fácilmente reemplazados
por otros más saludables.
Hagamos el intento de mejorar la elección.
Las harinas blancas x harinas integrales
Las harinas blancas son fuente de almidón y aportan calorías, pero
no nutren. Esta es una elección cotidiana al alcance de todos:
elegir harinas integrales en panes, galletitas, cereales. Estas
conservan las proteínas, vitaminas y minerales de la corteza del
grano y la fibra, que permite mejorar el funcionamiento intestinal,
aumentar la eliminación de toxinas, y disminuir la absorción de
grasas previniendo algunos tipos de cáncer.
Los fiambres x alimentos frescos
Los fiambres pueden reemplazarse por carnes frescas, o aceitunas,
champignones, tomates, algún queso magro, o simplemente, disminuir
su consumo.
Gaseosas y jugos artificiales x jugos naturales
Las gaseosas y jugos sintéticos son absolutamente prescindibles; es
una mera cuestión de hábitos. Si se extrañan mucho se pueden elegir
gaseosas no coloreadas y comunes, no diet, como un primer paso. Lo
ideal es reemplazarlas por limonadas caseras.
Nuestros niños no necesitan ni jugos
ni gaseosas; es un hábito impuesto por los adultos. Su paladar
aprecia más el agua y los jugos de frutas naturales que estas
bebidas fabricadas. Si ya se han adoptado, deben reemplazarse
gradualmente hasta desintoxicar las delicadas papilas gustativas del
niño (y de los adultos!).
Caldos instantáneos x especias aromáticas
Los caldos instantáneos, a los que se recurre con tanta frecuencia
para realzar el sabor de las comidas, pueden ser sustituidos con
enormes ventajas por las hierbas aromáticas y especias.
Estas ejercen excelentes efectos en nuestra salud: son
antibacterianas, antiparasitarias, conservantes, y nos regalan su
aroma y gusto insustituibles...
Café x descafeinados
Hay que evitar el sobre consumo de café, especialmente en el
embarazo y la lactancia. La cafeína actúa como un estimulante
nervioso; en condiciones normales su efecto dura aproximadamente 8
horas; en el embarazo su acción en la sangre se prolonga. El exceso
de cafeína incrementa el riesgo de un parto prematuro o un bajo peso
al nacer. Sin embargo, un consumo de 1 ó 2 tazas de café ó té por
día (cada taza chica de café contiene aproximadamente 35 mg de
cafeína) no dañarán al bebé. La cafeína es una xantina, contenida
también en el té, el mate, el chocolate y las bebidas colas; lo
ideal es disminuir al máximo su consumo. Hay interesantes productos
que reemplazan con ventajas estas bebidas e infusiones: el agua
mineral, los jugos naturales, la malta, el café de cereales, la
cascarilla, la algarroba, y algunos tés de hierbas. Luego de los
primeros días de esfuerzo, se comienza a percibir el bienestar del
organismo. Un pequeño café de vez en cuando es estimulante, el
exceso es altamente nocivo.
Edulcorante x estevia
Los edulcorantes conforman otro grupo que es necesario analizar. Los
ciclamatos y sacarina en altas dosis son formadores de sustancias
pre-cancerígenas; se están conociendo ahora los efectos secundarios
del aspartamo.
Por lo tanto, es mejor no abusar de los alimentos de bajas calorías,
ya que contienen unos u otros edulcorantes; así, si se ingieren
diariamente alimentos dietéticos como yogures, bebidas gaseosas,
mermeladas, gelatinas, postres, y además, se utilizan edulcorantes
para endulzar las infusiones, se produce una sobrecarga en el
organismo que resulta difícil de eliminar. Lo ideal es utilizar
edulcorantes naturales a base de cereales o de una hierba dulce
llamada Stevia rebaudiana, también conocida como yerba dulce. O la
solución más práctica, disminuir el consumo de dulces en general y
consumir simplemente azúcar o miel.
La miel es una indicación para la mamá, nunca para el niño hasta que
el pediatra autorice su utilización. El azúcar más sano es el
llamado integral o rubio, que es rico en minerales y fibra.
Debe evitarse el consumo de alcohol. Como aún no se ha determinado
un nivel de consumo sin riesgo durante el embarazo y la lactancia,
es mejor evitarlo. Sin embargo, un vaso de buen vino bebido en
alguna ocasión especial no producirá daños al bebé.
Para elegir mejor
Es importante encontrar aquellos alimentos que tienen efectos
beneficiosos para el organismo, y además producen placer, liviandad
y mayor energía.
Se trata entonces de informarse adecuadamente, de leer las etiquetas
de aquello que consumimos, y de asegurar un consumo
diario de alimentos naturales.
Así, el agua, las frutas, las verduras, los cereales
integrales, las legumbres, los pescados de mar, las frutas
secas, son preciosos aliados de nuestra salud.
Y tal vez el mejor aliado es la toma de conciencia de hasta que
punto nuestra salud depende de las elecciones cotidianas cuando
planeamos que comer...
Entonces el trabajo consiste en disminuir a nuestro ritmo aquellos
alimentos que no nos nutren, y aumentar aquellos otros que traen
bienestar, alegría y salud a nuestra vida, y a la vida de nuestra
familia.
Lic. Susana Zurschmitten
Nutricionista
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